Finales del siglo XIX y principios del siglo XX

El estudio de la inteligencia puede hacerse a través de los trabajos realizados desde distintas escuelas tradicionales en psicología. Un recorrido histórico sobre el concepto de inteligencia lleva de forma casi obligatoria a comenzar con la tradición psicométrica, al ser ésta la escuela más productiva y con mayores contribuciones a la medición de la inteligencia.

1. Paul Broca (1824-1880) y Sir Francis Galton (1822-1911) fueron de los primeros científicos que pensaron en medir la inteligencia. Creían que era posible determinar la inteligencia midiendo el tamaño del cráneo de los humanos. Su premisa era que, cuanto mayor fuera el cráneo, más lista sería la persona.

2. El científico Wilhelm Wundt (1832-1920) empleó la introspección, consistente en la capacidad humana de reflexionar sobre sus propios pensamientos, para medir la inteligencia.

3. En 1890, Catell propuso pruebas mentales con el objetivo de convertir a la psicología en una ciencia aplicada.

4. En 1905, Alfred Binet (1817-1911) elaboró la primera escala de inteligencia para niños.

5. La escala publicada por Binet fue modificada en 1916 y en la nueva versión del test, denominada Stanford-Binet, aparece por primera vez el concepto de cociente intelectual (CI). Bajo esta perspectiva, surgió la idea de una inteligencia general (factor “g”) propuesta por Terman (1916) y Spearman (1927), quienes defendían la existencia de un único factor estructural.

6. Por otra parte los defensores de una teoría correlacional de la inteligencia más pluralista (Thurstone, 1938; Guilford 1967) sostenían que la inteligencia general se podía concebir como un gran número de vínculos estructurales independientes, que incluían los reflejos, hábitos, asociaciones aprendidas, etcétera. Estos factores fueron denominados como factores específicos de la inteligencia o factores “s”.

7. Para 1918, se crean las pruebas army alpha y army beta para la evaluación de los soldados, con la finalidad de asignar al hombre apropiado en el puesto correcto. Las investigaciones al respecto generan la idea de que la inteligencia es innata y las diferencias raciales son reales.

De los años veinte a los años cincuenta

En 1920, Thorndike publicó un artículo denominado La inteligencia y sus usos, e introdujo el componente social en su definición. En dicho artículo, señaló tres tipos de inteligencia: mecánica, abstracta y social. Un psicólogo de la época, de apellido Goddard (citado en Hardy, 1992), afirmó que el principal determinante de la conducta humana era un proceso mental unitario conocido como inteligencia, de carácter innato y que no se veía muy afectado por las influencias posteriores.

1. Para los años treinta, el conductismo estaba en auge, y se concebía a la inteligencia como un conjunto de asociaciones entre estímulos y respuestas (Watson, 1930; Thorndike, 1931; Guthrie, 1935; citados en Watson 1961).

2. En 1939, Wechsler diseñó la escala Wechsler-Bellevue, la cual evalúa los procesos intelectuales de adolescentes y adultos; se presentó como una alternativa a la escala de Stanford-Binet, la cual se había mostrado como poco apropiada para los adultos.

3. Para 1949, Wechsler realizó adaptaciones, de manera que obtuvo la denominada escala de inteligencia Wechsler para niños. Las versiones posteriores de la escala Wechsler (tanto para niños como para adultos, WAIS Y WISC) se utilizan ampliamente en la actualidad en campos como la psicología, neuropsicología y pedagogía.

4. Wertheimer (1880-1943), Köhler (1887-1967), y Koffka (1887-1941). Ellos señalan que la conducta inteligente se caracteriza principalmente por el pensamiento productivo (con discernimiento), más que por el pensamiento reproductivo (de memoria).

De los años cincuenta a la actualidad

En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, comenzó a prestarse más atención a los procesos cognitivos, como consecuencia de los ataques y fuertes críticas al conductismo. Por ello, a principios de los años sesenta, emergieron dentro de la psicología cognitiva dos propuestas de gran importancia: el estructuralismo y el procesamiento de la información.

1. La primera propuesta tiene como principal representante a Jean Piaget (1896-1980); dicho enfoque se preocupa más por los aspectos cualitativos de la inteligencia y de los patrones universales establecidos como los órdenes invariantes de adquisición de habilidades (desarrollo cognitivo) (Hardy, 1992). Por su parte, el enfoque de procesamiento de información enfatiza la medición de las habilidades individuales de forma aislada.

2. A partir de 1970, Raymond Cattell y John Horn propusieron otra manera de medir la inteligencia, para lo cual la dividieron en dos tipos: fluida y cristalizada.

3. Por otra parte, en los años ochenta, Howard Gardner expuso que no existe una sola inteligencia, sino una serie de éstas que marcan las potencialidades y diferencias significativas de cada persona y pueden operar de manera conjunta, pero como entidades semiautónomas. Estas inteligencias se ven influenciadas por la cultura y la sociedad, y cada persona puede desarrollar unas más que otras. De esta manera, Gardner identificó ocho inteligencias: lingüística o verbal, lógico-matemática, espacial, musical, corporal-cinestésica, interpersonal, intrapersonal y naturalista.

4. En 1985, Sternberg propuso una teoría de la inteligencia diferente; considera que la inteligencia está basada en tres categorías: habilidades analíticas, habilidades creativas y habilidades prácticas. Esta teoría tríadica de la inteligencia dio origen al test de habilidades triádicas de Sternberg, el cual ítems de elección múltiple, verbales, cuantitativos y de figuras, así como ensayos (escribir historias, contar historias, diseñar cosas, ver películas con problemas prácticos que la persona examinada debe solucionar).

5. En la década de los noventa, se introduce el concepto de inteligencia emocional, el cual se atribuye a Salovey y Mayer (1990) y fue popularizado por Daniel J. Goleman en 1995. Estos autores mencionan que la inteligencia emocional consiste en la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos, así como en la habilidad para manejarlos. Se organiza en cinco capacidades:

  • Conocer las emociones y sentimientos propios.
  • Manejar dichas emociones y sentimientos.
  • Reconocer dichas emociones y sentimientos.
  • Crear motivaciones propias.
  • Manejar las relaciones interpersonales.
  • 7. Para 1993, Carroll propuso la teoría de los tres estratos, la cual ubica en la cima de la jerarquía de la inteligencia a un factor general (factor “G”); en el estrato medio, engloba aptitudes cognitivas de mediana generalidad, como la inteligencia fluida, inteligencia cristalizada, memoria a corto plazo, capacidad de recuperación, procesamiento visual, procesamiento auditivo, velocidad de procesamiento y tiempo de reacción; en el estrato inferior, ubica aptitudes específicas, como la inducción, deducción, razonamiento cuantitativo, razonamiento piagetiano, componentes del lenguaje, léxico, memoria semántica, memoria visual, etcétera.

    8. En 1992, Das señaló que mantener la idea de un solo factor de inteligencia tiene implicaciones perjudiciales; por ello, planteó que la inteligencia es una habilidad universal, pero al mismo tiempo dependiente de la cultura, y en ella existen dos procesos (planeación y excitación-atención) y dos formas de procesar la información (simultánea y sucesiva) (PASS, por sus siglas en inglés).