La hormona es una sustancia producida en un tejido u órgano y liberada al espacio extracelular o al espacio intersticial, en donde a través de los capilares fenestrados que irrigan a la glándula puede alcanzar la circulación sanguínea para ser transportada al órgano blanco en donde produce una respuesta específica.
Un ejemplo de comunicación nerviosa es el que ocurre entre dos neuronas y se denomina sinapsis. Cuando las neuronas se encuentran muy próximas entre sí pueden formar una sinapsis en la cual se distinguen tres elementos: una zona presináptica, una zona post-sináptica y una hendidura. Cuando ocurre un impulso nervioso las vesículas presinápticas se desplazan a la membrana neuronal vertiendo su contenido (neurotransmisores) en el espacio presináptico. Los neurotransmisores se acoplan a receptores que se encuentran en la membrana postsináptica induciendo diferentes cambios, por ejemplo, un aumento en el flujo transitante de sodio favoreciendo la despolarización de la membrana que permiten la propagación de un potencial de acción y así favoreciendo la conducción del impulso nervioso.
En la neurohipófisis se encuentran los terminales axónicos de neuronas hipotalámicas, cuyos cuerpos neuronales o somas se encuentran en los núcleos supraóptico y paraventricular del hipotálamo. Bajo diferentes estímulos estas neuronas producen hormonas oxitocina y vasopresina. Los axones de estas neuronas atraviesan el tallo hipofisiario. Las hormonas producidas son almacenadas en la neurohipófisis y son posteriormente secretadas a la circulación. Este es un ejemplo de células nerviosas capaces de producir hormonas.