El método usado para medir la tensión superficial mediante el ascenso de un líquido en un capilar se expresa mediante la siguiente fórmula:

2γ=hrdg
γ=hrdg2dinas×cm-1

En donde γ representa la tensión superficial, h la altura, r el radio del capilar, d la densidad del líquido y g la aceleración de la fuerza de gravedad.


Este método consiste en formar una gota de líquido en el extremo final de un tubo capilar. La gota es soportada por la fuerza de tensión superficial hacia arriba, que actúa sobre la circunferencia externa del tubo. En el momento que se rompe la gota las dos fuerzas están balanceadas:

mg=2πrγ

en donde m es la masa de la gota, g la aceleración de la gravedad, r el radio externo del capilar y γ es la tensión superficial. El instrumento para formar la gota se llama estalagmómetro o pipeta de goteo. En el método de peso de la gota se pesan 20 gotas de un líquido, después se pesan el mismo número de gotas con un líquido de referencia como el agua, por lo tanto, a partir de la ecuación anterior:

m1g=2πr1
m2g=2πr2

Al dividir las ecuaciones anteriores se obtiene que:

12=m1m2


Este método toma en cuenta la ecuación anterior, pero sustituye la masa de la gota por el volumen de la gota multiplicado por la densidad del líquido, la cual puede ser medida con un picnómetro. De esta manera se obtiene la fórmula para el cálculo de la tensión superficial del líquido:

12=n2d1n1d2

En donde n1,2 es el número de gotas, d1,2 es la densidad, y γ1,2 es la tensión superficial de los líquidos 1 y 2, respectivamente. El valor de d2 y γ2 se puede obtener a partir de tablas de referencia, por lo que se puede calcular la tensión superficial del líquido 1, γ1.

La tensión interfacial se refiere a cuando están en contacto dos fases distintas, en el caso de la tensión superficial también existe la tensión interfacial, pues están en contacto la fase líquida y la fase de vapor encima de ésta.

Una medida cuantitativa de las fuerzas cohesivas que indican una tendencia a formar gotas sobre una superficie es el ángulo de contacto. Este es el ángulo que se forma entre la superficie líquido-aire y la superficie líquido-sólido. Los ángulos mayores a 90° indican que en el líquido predominan las fuerzas cohesivas, por lo que tenderá a formar pequeñas gotas sobre la superficie, en cambio, ángulos menores a 90° indican que predominan las fuerzas de adhesión, por lo que el líquido tenderá a mojar la superficie en la que se encuentra.


Figura 15. Ángulo de contacto. El ángulo de contacto es el ángulo que forman las gotas de un líquido sobre una superficie. Si el ángulo de contacto es menor a 90° se dice que el líquido moja la superficie, si es mayor a 90° el líquido no moja la superficie. En este caso un ejemplo de un líquido que forma un ángulo de contacto menor a 90° es el agua sobre una superficie de vidrio. Mientras que un ejemplo de un líquido que forma un ángulo de contacto mayor a 90° corresponde al mercurio sobre una superficie de vidrio.

Las emulsiones tienden a coagular debido a la tensión interfacial entre los componentes de las emulsiones. Este efecto se observa cuando existe una gran diferencia entre las tensiones superficiales de ambos componentes. Por ejemplo, en una emulsión de aceite en agua las pequeñas gotitas tienden a unirse para minimizar el área de contacto con el agua. Sin embargo, la adición de un agente emulsificante tiende a evitar que esto ocurra. Esto se debe a que el emulsificante o agente tensoactivo forma una capa protectora que evita que las gotitas de aceite se unan y se coagulen.

Los coloides representan un estado intermedio de mezcla, entre las disoluciones verdaderas, y las mezclas heterogéneas, en los que las partículas de soluto o fase dispersa se suspenden en el disolvente o medio dispersante.

Las partículas coloidales deben medir entre 1 y 1000 nm, son partículas suficientemente pequeñas para que no sedimenten, pero suficientemente grandes para que se observe la turbidez en la disolución. La dispersión en las disoluciones se conoce como efecto Tyndall.

Las partículas se encuentran finamente divididas, con una gran relación superficie/volumen las cuales adsorben fácilmente iones que proceden de la disolución y adquieren una carga eléctrica neta. La repulsión entre partículas cargadas del mismo signo provoca que un coloide no sedimente. El smog es un ejemplo de un coloide. En donde la neblina es el medio dispersante y la fase dispersa puede ser un sólido o un líquido.

(Cabildo Miranda, y otros, 2013)