Actúa de forma automática, produciendo activación del Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático. Al activar el sistema simpático se producen reacciones tales como: liberación de glucosa al torrente sanguíneo para energía rápida, generación de tensión muscular, acelerando el ritmo cardiaco e irrigando mayor aporte sanguíneo a los músculos ya sea para correr o pelear, provocando la sudoración, el flujo sanguíneo de la piel disminuye a efecto de reducir el sangrado, etc. Es decir activa al cuerpo para una acción urgente y con sus respuestas aumenta la probabilidad de sobrevivir a una urgencia (Coon y Mitterer, 2010).
Posterior al estado de excitación entre en función el Sistema Nervioso Parasimpático, llevando al organismo a restaurar el equilibrio, donde hay ya un estado de relajación del cuerpo y tranquilidad, disminuye el ritmo cardiaco, baja la presión arterial a índices estables y permite conservar la energía del cuerpo, por supuesto estas reacciones llevan tiempo se dice que entre 20 o 30 minutos después de una emoción intensa (Coon y Mitterer, 2010).
Tanto el Sistema Nervioso Simpático como Parasimpático actúan de manera complementaria y recíproca para mantener el equilibrio homeostático del organismo.
Sistema Nervioso Autónomo
Compuesto por glándulas y hormonas, mediadas por los sistemas simpático y parasimpático por ejemplo: en una situación de asalto, en la rama simpática disminuye la producción de saliva y la parasimpática aumenta la producción de saliva. Otro ejemplo es, la división simpática actúa estimulando la glándula suprarrenal para la producción de adrenalina (Coon y Mitterer, 2010).