Trayecto del oculomotor

Al salir del tallo cerebral, el nervio oculomotor pasa entre la arteria cerebelosa superior y la cerebral posterior. Pasa por un canal en el proceso clinoideo posterior y sigue en el techo del seno cavernoso. Al llegar al proceso clinoideo anterior, perfora la pared del seno y penetra en él. A continuación, se introduce en la órbita y cruza la fisura orbitaria superior, dividida en rama superior e inferior, donde el nervio nasal (rama del nervio trigémino) se encuentra entre los dos ramos. El ramo superior, al ser más delgado, asciende por fuera del nervio óptico para inervar los músculos recto superior y elevador del párpado. El ramo inferior se divide en tres fascículos, destinados al músculo recto interno, al recto inferior y al oblicuo menor. Estos ramos perforan los músculos por su cara ocular, excepto en el oblicuo menor, donde lo hacen por el borde posterior del músculo. El nervio destinado al oblicuo menor emite un ramo grueso para el ganglio oftálmico, situado cerca del vértice de la órbita.


Ilustración de distribución del componente EVG del nervio oculomotor

Distribución del componente del nervio oculomotor: a) Núcleo del III; b) Rama superior; c) Rama inferior; d) Músculo elevador del párpado superior; e) Músculo recto superior; f) Músculo recto medial; g) Músculo recto inferior; h) Músculo oblicuo inferior.

Este ganglio —parte del sistema parasimpático— consta de neuronas multipolares con raíces comunicantes que tienen sinapsis únicamente con las fibras parasimpáticas.

La raíz parasimpática, procedente del nervio para el oblicuo menor, consiste en fibras preganglionares que hacen relevo en el ganglio. Las fibras posganglionares corren con los nervios ciliares cortos para inervar el esfínter de la pupila y el ciliar. Más del 95 % de estas fibras inervan el músculo ciliar; sobresale su relación con el enfoque óptico más que con la regulación de la entrada de luz. Las fibras parasimpáticas tienen su origen en el núcleo de Edinger-Westphal (núcleo accesorio del nervio oculomotor) y acompañan al nervio principal hasta la órbita, donde uno de los ramos se dirige hacia el oblicuo inferior y hace sinapsis en el ganglio ciliar. Las fibras posganglionares emergen del ganglio en los nervios ciliares cortos, los cuales atraviesan la lámina cribosa de la esclera e inervan los músculos ciliar y esfínter de la pupila.


Origen y distribución del nervio troclear

Distribución del componente EVG del nervio oculomotor: a) Núcleo accesorio del oculomotor o de Edinger-Westphal; b) Rama superior; c) Rama inferior; d) Ganglio ciliar; e) Músculo ciliar; f) Músculo esfínter pupilar.

El nervio oculomotor presenta dos tipos distintos de fibras: las ESG y las EVG. Las fibras ESG tienen la responsabilidad de inervar los músculos rectos superior, inferior y medial, el oblicuo inferior y el elevador del párpado superior. Estas fibras son fundamentales para diversos movimientos oculares y la elevación del párpado superior. Por otro lado, las fibras EVG se encargan de inervar el músculo esfínter de la pupila, encargado de contraer la pupila, y el músculo ciliar, el cual desempeña un papel crucial en la acomodación del cristalino para lograr el enfoque adecuado de las imágenes.

Trayecto del troclear

Comienza su viaje al enroscarse alrededor del pie del pedúnculo cerebral, acompañado del nervio oculomotor (III), mientras ambos atraviesan el seno cavernoso. Una vez pasado este punto, el nervio troclear accede a la órbita a través de la fisura orbitaria superior, donde despliega su inervación en el músculo oblicuo superior. Este nervio es largo y delgado, y se origina en un núcleo cuyas fibras adoptan una dirección dorsolateral hacia la sustancia gris central, para luego descender cruzándose por detrás del acueducto cerebral. Al emerger por debajo del colículo inferior y lateral al frenillo del velo medular superior, el nervio troclear continúa su travesía alrededor de la cara lateral e inferior del mesencéfalo. En la parte anterior, cruza el extremo superior de la protuberancia para ocultarse en el borde libre del tentorio. En su avance, el nervio troclear sigue un curso descendente a lo largo de la cara lateral del seno cavernoso, y forma una concavidad hacia arriba a la mitad de su pared, donde se cruza con el nervio oculomotor (III). Posteriormente, continúa en paralelo a la rama frontal del nervio oftálmico para adentrarse en la órbita a través de la fisura orbitaria superior, en una posición externa al anillo de Zinn y medial a la vena oftálmica. Una vez dentro de la órbita, el nervio troclear adopta una trayectoria oblicua hacia adelante y a la línea media, al pasar por el elevador del párpado y el recto superior. Finalmente, alcanza el borde externo del músculo oblicuo mayor, donde se deriva en tres o cuatro ramos en sus dos tercios posteriores, con lo cual completa su recorrido anatómico. El nervio troclear inerva al músculo oblicuo superior o mayor, el cual se encarga del movimiento del ojo hacia abajo y hacia afuera.


Trayecto del troclear

ROrigen y distribución del nervio troclear: a) Núcleo del IV; b) Decusación del troclear; c) Músculo oblicuo mayor

Trayecto del abducens

Luego de abandonar el núcleo, las fibras del nervio abductor siguen un curso hacia adelante, al atravesar el lemnisco medio y el pie del puente para emerger en la superficie del tallo cerebral a nivel de la porción más medial del surco medulopontino, a los lados del agujero ciego. El nervio adopta una trayectoria vertical a lo largo de la cara ventral del puente y se encuentra con la arteria cerebelosa anteroinferior. Al continuar su ascenso por el espacio subaracnoideo a lo largo del clivus, perfora la duramadre bajo la cresta de la porción petrosa del hueso temporal, aproximadamente dos centímetros bajo los procesos clinoides posteriores. Mientras prosigue su ruta intraduralmente, atraviesa o rodea el seno petroso inferior y accede al seno cavernoso. Dentro de este último, el nervio abducens viaja por debajo y lateral a la arteria carótida interna, atravesando la fisura orbitaria superior dentro del anillo tendinoso de Zinn, donde finalmente inerva al músculo recto lateral en su superficie ocular. Este viaje anatómico demuestra la precisión y complejidad del nervio abducens en la inervación de los músculos oculares. Controla el movimiento de rotación externa (abducción) del ojo.


Trayecto del abducens

Inervación del músculo recto lateral del ojo: a) Núcleo del VI; b) Nervio abductor; c) Músculo recto lateral