La clase social, la cultura y la familia son contextos en interacción con la escuela, que pueden provocan la desmotivación en los estudiantes. El nivel socioeconómico, el capital social y cultural del que dispone la familia del estudiante influye considerablemente en las posibilidades educativas. El éxito o fracaso escolar dependerá del contexto cultural, por lo que muchos estudiantes de bajo nivel cultural y de bajo nivel socioeconómico quedará en desventaja.

Los alumnos que pertenecen a un bajo nivel social, son indígenas, hijos de inmigrantes, que viven en zonas de alta o muy alta marginación y que tienen pocos apoyos sociales, son estudiantes con alto riesgo de fracaso escolar. La propuesta de este modelo es que el lenguaje, las normas, los valores y las expectativas de la familia son poco aptas para el desarrollo de los estudiantes.

Supone que la diversidad cultural y social, tiene normas, valores y estilos comportamentales que son enriquecedores. El intento de homologar los sistemas educativos y el poco reconocimiento de la diversidad cultural genera problemas en los estudiantes. Este modelo atribuye a los centros educativos el fracaso escolar de los estudiantes de bajo nivel social y cultural.